1918 Teatro de los niños -Lujosa Edición M con columnas RARO Y GRANDE -5 Obras -Nualart Seix Barral

1918 Teatro de los niños -Lujosa Edición M con columnas RARO Y GRANDE -5 Obras -Nualart Seix Barral

Descripción

Teatro de los Niños Seix y Barral Nualart

Lujosa edición “M” con columnas reales, no simuladas.

Algo usado y con pequeñas reparaciones y/o restauraciones.

Con 5 obras, todas con personajes.

Se trata del modelo más difícil de encontrar.

Con su caja original (reparada en el transcurso de los años)

Contiene los soportes para los personajes

Contiene todo los telones

MEDIDAS : 60 CM APROX.

¡EXTRAORDINARIO! : Publicidad para entreactos (Rarísimo de encontrar)

Ya en el siglo XX la última revolución llegó de la mano de la editorial “Industrias gráficas Seix i Barral” que en 1915 y por méritos propios se adueñó del mercado de los teatros de juguete en España. Los “teatrins” catalanes empezaron a conocerse en nuestro país como “teatros de papel” y más tarde, gracias a Seix i Barral, el “Teatro de los Niños” (nombre con el que comercializaban sus productos) llegó a convertirse en un término popular. El primero de sus teatros, el Modelo B recortable, permanecía fiel en su forma a los modelos de origen centro-europeo. Sin embargo ese mismo año editaron el Modelo de lujo BB que venía en una caja con la embocadura y los telones ya troquelados y listos para montar.

El “Teatro de los Niños” es sin duda y con distancia el mejor de la “escuela moderna”. Estaban firmados por C.B Nualart que no era otro que Carlos Barral i Nualart, padre de los hermanos Barral, que cuidó los detalles y el diseño de forma exquisita.

Los hermanos Barral fabricaron hasta 10 modelos de embocaduras o proscenios de teatro y pusieron a la venta numerosas obras clásicas que incluían libretos, personajes y fabulosos decorados. Se editaron 23 obras que podían ser utilizadas indistintamente en cualquiera de los teatros de la firma.

Su sistema de cajas y colgaduras permitía sumar varios telones en un mismo acto creando complejos y bellísimos efectos teatrales sin nada que envidiar a las mejores escenografías de cualquier teatro real. Idearon también un sistema de troqueles en los telones con zonas translucidas de papel vegetal de colores que, debidamente iluminadas, producían mágicos efectos de ambiente y profundidad espacial nunca vistos hasta entonces.