Descripción
Muy buen estado, con 4 grabados a plena página y 24 viñetas
En un pequeño tomo de aproximadamente 13x8cm., que contiene 100 páginas, con encuadernación en pleno pergamino del Siglo XIX en buen estado.
Martín Waldseemüller, Cosmógrafo alemán, atribuyó el descubrimiento de las nuevas tierras descubiertas a Américo Vespucci, nombrando al nuevo continente como América en honor de su descubridor. La inclusión de dicho nombre en dos mapas publicados en 1507 y en su obra “Cosmographiae introductio” contribuyó a difundir el nuevo nombre. Nombrado piloto mayor por Fernando el Católico en 1508 , Américo, emprendió dos viajes exploratorios por las costas americanas, uno con Alonso de Ojeda en 1499 y otro por el litoral brasileño a cuenta de Portugal. Ambos viajes aparecen reseñados en sus cinco “Cartas”, especialmente “Mundus Nuvus” y “Lettera di Amerigo Vespucii delle isole nuovamente ritrovate in quatto suoi viaggi”. Esta última es la que llega a las manos de Martín Waldseemüller en el Gimnasio Vosgo, en Saint-Dié, del grupo de eruditos que trabajaban en una edición latina de la “Cosmografía” de Ptolomeo. Encargado de redactar la introducción, que llevaría como apéndice la carta de Vespucci, propuso nombrar a las nuevas tierras como América. Parece ser que, por su parte,. Vespucio animó mediante una buena acción “publiciatria” la nueva toponimia. En 1507, trabajando en Saint-Dié-des-Vosges en Lorena, Martín Waldseemüller produjo un globo terráqueo y un gran mapa del mundo, que contenía el primer uso del nombre América. El globo y el mapa fueron acompañados por un libro Cosmographiae Introductio, una introducción a la cosmografía. El libro incluye una traducción al latín de Quattuor Americi navigationes (Los cuatro viajes de Amerigo), que es, por lo visto, una carta escrita por Américo Vespucio, aunque algunos historiadores lo consideren una falsificación escrita por su supuesto receptor en Italia. Cosmographiae Introductio describe porque el nombre América fue utilizado: ab Americo Inventore …quasi Americi terram sive Americam (de Amerigo el descubridor … como si esto fuera la tierra de Americus, así América). Algunos creen, en cambio, que el Cosmographiae Introductio fue escrito por Matthias Ringmann, o que al menos era una creación conjunta. En 1513 Waldseemüller manifiesta dudas sobre el nombre, probablemente debido a protestas contemporáneas sobre el papel de Vespucci en el descubrimiento y nombramiento de América. En su adaptación del atlas de Ptolemeo (escrito con Ringmann) el continente fue etiquetado simplemente Terra Incognita (tierra desconocida). Sin embargo 1000 copias del mapa mundial habían sido distribuidas y la sugerencia original fue adoptada. Mientras durante algún tiempo, en otros documentos, llamaron a América del Norte Indias, finalmente también la llamaron América. El mapa estuvo perdido durante mucho tiempo, pero una copia fue encontrada en un castillo en Wolfegg, en el sur de Alemania, por Joseph Fischer en 1901. Ésta es aun la única copia existente conocida y fue adquirida por la Biblioteca del Congreso de los Estados Unidos en 2001 por 14.000.000 de dólares. Dos ejemplares del globo sobreviven en la forma de “gores” ó husos impresos, una de la cual fue subastada en Christie’s por 1000000 de dólares el pasado 8- junio del 2005.
Este libro es la edición de 1550 de la revisión de la “Cosmographia Introductio” que sigue manteniendo la palabra “America”, aunque por razones de controversia Waldseemuller prefirió no firmarlo. (copyright www.monimoon.com)
Cosmographiae introductio cum quibusdam geometriae ac astronomiae principiis ad eam rem necessariis.
(Martin Waldseemüller)
A Paris : G. Cavellat, 1550.
(Muy buen estado, con 4 grabados a plena página y 24 viñetas)
Aunque antiguamente se atribuyó este anónimo a Apianus, Arman d’Avezac demostró que en realidad es obra de Martin Waldseemuller.
En internet hay un interesante artículo sobre Waldseemuller que transcribo:
LA COSMOGRAPHIAE INTRODUCTIO
De regreso de su tercer viaje emprendido por voluntad expresa del rey de Portugal, Américo Vespucio confió al soberano la relación técnica detallada de este viaje, durante el cual había explorado el litoral atlántico de América del Sur. Este documento, el “Mundus Novus”, es redactado entre el 7 de septiembre de 1507, fecha de su regreso a Lisboa, y el 10 de mayo de 1503, fecha de partida de su cuarta expedición. El “Mundus Novus” es un relato bastante breve que sólo ocupa unas páginas impresas, pero que será rápidamente publicado por muchos impresores, en París, Florencia, Anvers y también en Estrasburgo, por Mathias Ringmann, en 1505. No es exagerado decir que este breve texto representó un auténtico éxito editorial a escala europea. Este fue el texto que se insertó, en 1507, en la “Cosmographiae Introductio” impresa en Saint-Dié-des-Vosges. A finales del siglo XV, se desarrolló en esta ciudad una actividad intelectual brillante; en particular, por parte de un pequeño grupo de eruditos que manifestaron su gusto por la geografía: Gauthier y Nicolas Lud, Jean Pelerin, llamado Viator, Jean Basin Sandaucourt, Mathias Ringmann y Martin Waldseemuller. Concentrémonos en los dos últimos. Mathias Ringmann nació en 1482 en la zona vitivinícola alsaciana entre Barr y Sélestat (¡para Eichhoffen o Reichsfeld, la cuestión queda abierta!). Fue probablemente alumno en la escuela de latín de Sélestat, fundada por Dringenberg. Después, prosiguió sus estudios de teología y matemática en la Universidad de Heidelberg donde conoció a Wimpfeling (aunque éste también era de Sélestat). Se inscribió después en la Universidad de París, Ringmann donde aprendió griego y siguió las clases de Lefèvre d’Etaples sobre cosmografía, filosofía y matemáticas hasta 1503. Fue sin duda en París donde descubre el “Mundus Novus”. De regreso a Estrasburgo, se reencuentra con el ambiente de la editorial. Es en este contexto donde conoce a Gauthier Lud quien pensó en contratarlo para su empresa. Ringmann se reveló como un valioso colaborador: helenista, estudió cosmografía y se interesó particularmente en los descubrimientos revelados por Vespucio. Además, era técnico de imprenta. El lugar y la fecha de nacimiento de Martin Waldseemuller son objeto de polémica entre los investigadores: será Radolfzell, a orillas del lago de Costanza, o en Friburgo en Brisgau, en 1474 aproximadamente. En 1490, Martin inicia sus estudios universitarios en Friburgo, después parte a Basilea donde trabaja en una tipográfica. Durante su estancia en Basilea, su vida adquiere una dimensión religiosa. ¿Cómo fue inducido Lud a responsabilizarse de Waldseemuller como cartógrafo para realizar la “Geographia” de Tolomeo? Un misterio. Sea como sea, Lud presentó a este último al duque Renato de Lorena como “el hombre más sabio” en el arte de diseñar mapas. De hecho, entre 1507 y 1519, Waldseemuller dibujó un gran número de mapas de excepcional calidad, mapas que servirían de inspiración durante decenios para todos los cosmógrafos. La realización de la “Cosmographiae introductio” se debe a este grupúsculo de Saint-Dié. Los dos técnicos de esta empresa son Ringmann, capaz de descifrar y traducir en latín los manuscritos griegos, y Waldseemuller, excelso diseñador de mapas. Como lo indica en parte el título, la “Cosmographiae introductio” es una especie de prefacio para una descripción del mundo. El librito intenta explicar el gran mapa del mundo “Universalis cosmographiae” diseñado por Waldseemuller. No hay nada que permita atribuir con certeza la paternidad del texto a uno u otro de los cinco miembros del grupo de eruditos de Saint-Dié. En una dedicatoria, Waldseemuller reivindica la concepción del mapa y del globo. Es muy probable que Mathias Ringmann sea el autor del texto. ¿Cómo podríamos resolverlo? El texto de la “Cosmographiae” parece ser el resultado de reflexiones y de intercambios de opinión entre tres personajes: Lud, Ringmann y Waldseemuller. La invención del nombre América es sin duda el fruto de una estrecha colaboración, atribuible a un grupo de eruditos. Entonces, ¿por qué razón ha tenido varias ediciones, de las que al menos una (quizás dos o tres) con la dedicatoria al nombre de Gymnasium, pero una sola con el nombre de Ringmann y de Waldseemuller? Es verosímil que las tiradas con el nombre de Gymnasium sean ediciones destinadas a ser publicadas en Lorena y en el resto de Europa, mientras que la publicada con la dedicatoria Ringmann-Waldseemuller es una tirada efectuada especialmente para estos dos personajes eruditos, a modo de agradecimiento como una remuneración parcial de su colaboración. Un ejemplar de esta última tirada fue regalado por Ringmann en 1510 a Beato Renano, antiguo compañero de la escuela latina de Sélestat. Podemos pensar razonablemente que esta tirada no ha sido tan importante en número como la primera. De esta edición limitada, parece que sólo quedan en el mundo dos ejemplares, el de la Biblioteca Pública de Nueva York y el de la Biblioteca Humanista de Sélestat. La investigación sigue su curso. ¡En cierto modo es un “America code”! Por último, no exageramos afirmando que, desde 1507, se tiene una nueva visión de la geografía del mundo, al menos en tres puntos: – primera representación del “nuevo mundo” como real del cuarto continente (hasta ese momento ignorado de los documentos cartográficos) – denominación de este nuevo continente a partir del nombre de un navegante que, por primera vez, avistó tierras desconocidas – difusión universal de esta nueva representación del mundo gracias a la imprenta puesta en marcha medio siglo antes por Gutenberg.
Para interesados:
Dispongo en edición facsimil
IDEAL PARA COLECCIÓN O INVERSIÓN
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